nuestro borrador es sometido al criterio del joven. Esto le ayuda a valorar sus competencias y las características personales que pueden hacerles especiales. Les gusta y agradecen el momento previo a la publicación, cuando, en ocasiones bastante abrumados, sienten una valoración positiva de lo que son y de lo que son capaces de hacer.
La acogida debe de ser consciente, genuina y programada y siempre desde la aceptación incondicional. En la transpirenaica presentarse es muy importante, “no hay segundas filas” solemos decir.
Cuando acaba el día, cuando cae la noche, es el momento del encuentro de todo el grupo, para los educadores el momento de la evaluación.
Estábamos en una orilla en Navarra, eran pocos los días caminados y una voluntaria sugirió que podríamos leer un poema. Se hizo un círculo, se promovió silencio, cerramos los ojos, entrelazamos las manos…