Ya escribimos algo sobre la acogida, esa acogida que debía ser consciente, genuina y programada y siempre desde la aceptación incondicional. En la Transpirenaica presentarse es muy importante, “no hay segundas filas” solemos decir. Incluso tenemos un modelo:
“Yo soy……. Ciudadano o vecino de ……. Y soy de origen……..”
Si lo desean pueden añadir alguna información.
Nuestros jóvenes son ciudadanos de la población en la que ahora viven. Ser ciudadano o ciudadana es ser sujeto de derecho y es desde ahí desde donde proponemos esta presentación.
Las despedidas también suelen ser intensas, tras una vivencia larga o corta, pero plena, es el momento de salir. Solemos hacer un arco a las personas que se van y siempre dejamos una puerta al reencuentro. Agradecer el haber formado parte del grupo, el haber hecho equipo y el haber cuidado de las personas. Es una forma, como otras muchas, de decir “perteneces” a este proyecto, “y estamos contentos de que así sea, eres transpirenaico, sal al mundo real con las herramientas que aquí has adquirido”
A veces la emoción anega corazones… Frecuentemente, se han establecido relaciones profundas entre los jóvenes, las relaciones profesionales entre las personas educadoras permanecen y, en ocasiones, hay relaciones de mentoría en las que los protagonistas verbalizan que dieron sus primeros pasos en la Travesía.
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